martes, 6 de noviembre de 2007

Espiritú Emprendedor

"El espíritu emprendedor puede definirse como una forma de conducta consistente en buscar oportunidades, organizar recursos para su aprovechamiento y obtener resultados de ello. En esta dinámica por ende, pueden existir personas emprendedoras en distintos ámbitos: empresarial, como empleado, con enfoque social, cultural, cooperativo, entre otros."



El espíritu emprendedor puede definirse como una forma de conducta consistente en buscar oportunidades, organizar recursos para su aprovechamiento y obtener resultados de ello. En esta dinámica por ende, pueden existir personas emprendedoras en distintos ámbitos: empresarial, como empleado, con enfoque social, cultural, cooperativo, entre otros. Como se desprende de la definición, el campo de acción de una persona emprendedora es muy versátil. Solamente recuerde a líderes populares, religiosos y culturales que han logrado grandes cambios y haga una comparación con personas del ámbito empresarial que también han logrado grandes cosas y verá que en el fondo poseen un comportamiento muy similar, quizá solamente con objetivos y medios distintos.


Aquellas personas que desean aplicar sus ímpetus emprendedores mediante la creación de su propia empresa se han encontrado siempre en desventaja. Estas personas sufren desventajas sociales, económicas (todo el riesgo deben asumirlo, no existe financiamiento bancarios para el inicio de empresas, los costos de inicio y registro son muy elevados), educativas (muy pocos en el sistema educativo enseñan "como iniciar su propia empresa") , acompañamiento ( muchas veces ni la familia apoya a estas personas) entre otras.


Lo paradójico de esta situación es, de sobra comprobado, que el surgimiento de emprendedores y sus nuevas empresas es una fuente de apoyo muy valioso para el crecimiento económico y el mejoramiento social de un país. Además resultan un medio importantísimo de autorrealización de muchas personas, quienes ven en su propia empresa la vía para alcanzar sus metas, no solo económicas sino personales y de vinculación social. En virtud de lo anterior, cada vez mas países, gobiernos y sistemas educativos intentan coadyuvar en la generación de personas emprendedoras.

En dicho fomento del espíritu emprendedor, con énfasis en la creación de empresas, el sistema educativo puede jugar un rol fundamental, aunque claramente no es el único actor. El sistema educativo puede trabajar en varias esferas de acción, algunas de las mas importantes son las siguientes: generación de modelos de rol favorables hacia la empresarialidad, formación en conductas emprendedoras personas, capacitación en búsqueda de oportunidades, capacitación en la gestión del negocio, acompañamiento no financiero para las nuevas empresas (incubación de empresas), investigación aplicada al tema, entre otros.

Por su lado, los medios de comunicación pueden ser valiosos en la generación de modelos de rol favorables (contando historias de éxito y fracasos aleccionadores), generando una cultura proclive al emprendimiento, difundiendo información y oportunidades así como reforzando la labor positiva de los restantes sistemas.
Nótese como lo idea sería que el país sea favorable, o al menos no obstaculice, desde sus diversos sistemas sociales, el surgimiento de personas emprendedoras y sus nuevas empresas, las cuales si se apoyan adecuadamente pueden generar los efectos positivos mencionados, como son autorrealización plena personal, mejor distribución de la riqueza, generación de empleo, articulación social y democratización económica. En síntesis, que la cancha este despejada para que el espíritu emprendedor pueda surgir y hacer su labor.

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